15 de mayo de 2007

bueno para nada

fotografía de C.A.R.F.

La madre de Julián no ha dejado de llorar en toda la noche. Yo, de momento, no me he atrevido a entrar ─llevo horas inmóvil bajo el alféizar de la ventana, encogido y con los músculos adormecidos─, porque soy también de lágrima fácil, y terminaría abrazado a ella en un llanto constante, caudaloso, capaz de llenar en instantes un balde de los grandes. Ella no sabe que fui yo quien lo mató; jamás imaginaría que el mejor amigo de su hijo ─ese botarate bueno para nada─ ha sido quien la ha librado de esa carga, esa rémora que estaba terminando con su vida y con su hacienda. Ya estamos solos. Ella y yo.
Quizá ahora me permita llamarla mamá.

Microcuento finalista en el concurso "Apadrina una palabra" de la Escuela de Escritores

6 comentarios:

LE BLOG dijo...

Me encantan tus microcuentos Yisus

Anónimo dijo...

Hoy 16 de Mayo de 2007, a Yisus le dieron una de cal y otra de arena.
Este micro sin embargo no es de cal, es de mármol de carrara!

Chiki dijo...

Ese es mi chico. Enhorabuena

Chiki

Juan Carlos Márquez dijo...

Vamos, que tienes que ganarme más y más concursos, que si no, no tengo de que presumir en las reuniones con los profes...

Joan Torres dijo...

Excelente. De veras. Un relato excelente.

Anónimo dijo...

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