tómalo
Jamás pensé que se atrevería a hacerlo, pero lo hizo. Se incorporó, me miró a los ojos y comenzó a desabrochar, uno a uno, los botones nacarados de su blusa. Después, clavó las uñas bajo el pecho izquierdo, formando un círculo que se fue hundiendo hasta alcanzar el corazón. Lo extrajo, con cuidado, y lo depositó sobre la almohada, junto a mi cara.
—Tómalo, tuyo es, mío no.
9 comentarios:
hola
no entiendo esos hiperbatos finales. Especialmente porque el cuento parece un dialogo entre el titulo y el texto. Kavafis tiene cosas similares que seguramente podrian interesarte. La mejor edicion es la de Hiperion.
Otra cosa, por qué lleva blusa si estais en la cama?
Gracias por lo de Kavafis, anónimo, mañana me pongo con ello. Lo de la blusa es un juego que a veces practicamos los fetichistas; altamente recomendable.
hola yis!! solo queria disculparme por no entregarte la historia a tiempo y decirte k me siento muy honrada por mi colaboracion en "mi mano" tku! :P
y le dio una mordida?, se lo devoro?.
Contadnos..
Yisus, ya te he dejado mi voto en el concurso de 20minutos.
A ver si con un poco de suerte los blogs madrileños estamos arriba en la lista.
Un saludo.
Pues otro voto más hoy, Yisus, en esta vida hay que ser constante ;)
Felicidades por el blog.
Un saludo madrileño.
eso demuestra que no se necesitan muchas palabras para escribir un buen cuento. me gustó.
te dejo mis saludos desde Buenos Aires.
Como en los viejos rituales...el corazón expuesto. Cuando no lo puedas cuidar más, devuélveselo. No lo tires. Yo entregué una llave...no me animé a la extracción...aún.
Me encantó tu descripción de esa entrega total.
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