bueno para nada
La madre de Julián no ha dejado de llorar en toda la noche. Yo, de momento, no me he atrevido a entrar ─llevo horas inmóvil bajo el alféizar de la ventana, encogido y con los músculos adormecidos─, porque soy también de lágrima fácil, y terminaría abrazado a ella en un llanto constante, caudaloso, capaz de llenar en instantes un balde de los grandes. Ella no sabe que fui yo quien lo mató; jamás imaginaría que el mejor amigo de su hijo ─ese botarate bueno para nada─ ha sido quien la ha librado de esa carga, esa rémora que estaba terminando con su vida y con su hacienda. Ya estamos solos. Ella y yo.
Quizá ahora me permita llamarla mamá.
Microcuento finalista en el concurso "Apadrina una palabra" de la Escuela de Escritores
6 comentarios:
Me encantan tus microcuentos Yisus
Hoy 16 de Mayo de 2007, a Yisus le dieron una de cal y otra de arena.
Este micro sin embargo no es de cal, es de mármol de carrara!
Ese es mi chico. Enhorabuena
Chiki
Vamos, que tienes que ganarme más y más concursos, que si no, no tengo de que presumir en las reuniones con los profes...
Excelente. De veras. Un relato excelente.
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